07 febrero 2007

La consciencia silenciosa.

Te reunes con una consciencia en la barra de algún bar. No tiene que ser necesariamente tu consciencia ni tu bar habitual, eso no importa, el punto a tratar es la conversación que mantienes con ella. Pasas horas interrogando al éter sobre la vida, la muerte, la felicidad, la tristeza e incluso sobre fútbol. Todo son preguntas por tu parte y silencio por la suya, aún así, cuando la persiana del local baja, por alguna extraña razón que escapa a tu comprensión y que no te aclara la consciencia anónima, tú te sientes más sabio. No te atormentes, posiblemente las últimas horas sólo existen en tu imaginación, o lo que es peor, en la imaginación de la consciencia silenciosa.